miércoles, 1 de abril de 2015

Shokugeki no soma 8

SE HA PUESTO EN MARCHA EL MEGA-JUEGO: TUS CINCO EXTRAÑOS HÁBITOS. La glamourosa Brigantis me ha seleccionado para participar, y aunque con un poco de retraso y dejando al cuerpo "aparcado" me uno al reto. Que hay que dejarle descansar. Cada "cuerpo" es un mundo, y lo mío es el turismo, ¡qué le vamos a Shokugeki no Soma!.

Sé que muchos me preguntáis cómo acabará esto y aparte de comprando un bluetooth no tengo ni idea.¡ A ver si queréis que esto acabe de blanco y por la Iglesia y resultáis ser de esos que ven una peli porno hasta el final para descubrir si la protagonista al final se casa!. Si es así, que sepaís que así se empieza y se acaba firmando la propuesta de Shokugeki no Soma.

Dicen que todo lo que uno escribe acaba teniendo tintes biográficos. Si es así... lo mismo es que me siento identificada con alguna de las partes, cuerpo o narrador. ¡Y ojo jaro! La carga que yo sería para alguien...no sólo porque mi sentido del humor sea delirante, ni por mis palabros extraños, ni por mis gorros de Rana, mi colección de superman, sino también por mis muchas excentricidades, algunas de las cuales este juego va a desnudar.

LAS REGLAS DEL JUEGO SON:

El primer jugador de este juego inicia su mensaje con el título "5 extraños hábitos tuyos". Las personas que son invitadas a escribir un mensaje en su respectivo blog a propósito, de sus extraños hábitos, deben también indicar claramente este reglamento.Al final, debéis escoger 5 nuevas personas a indicar y añadir el link de su blog o diario web. No olvidéis dejar un comentario en su blog o diario web diciendo

"Has sido elegido" y dices que lean el vuestro.

He de decir que me ha sido sumamente difícil elegir sólo 5 hábtios extraños y he tenido que pedir asesoramiento.

1. Hábito alimenticio - Desde pequeña me pirro por las pastillas de avecrem. Debe ser lo peor de lo peor desde el punto de vista de colesterol, por eso intento alejarme de ellas lo más posible y cocinar poco para evitar la tentación. Asímismo, me gusta comer el pan rallado con una pizca de sal, especialmente cuando estoy depre. Total, a otros les da por el chocolate.


--Creo que esto ha sido una historia de amor desde el principio

Cien noches pasaron, con sus cien lunas. Un crucero y una cita en el Empire State. Una mano que me guió a su cama y que yo seguí hipnotizada. La marea traía resaca y entre la fuerza de las embestidas yo le susurré al oído: “A ti y a mi nos llevan olas sin leyes”. Después de tantos besos, era de nuevo como si fuera el primero y sentí la timidez de desnudar mi cuerpo, porque ya no eran ojos anónimos los que me miraban, sino mis propios ojos reflejados en los suyos, porque ya no éramos desconocidos, ni solo amantes, porque yo le había abierto puertas a mis entrañas que para todos permanecen cerradas. Me pidió que le desnudara, aunque mis manos ya rozaban el mar de sus secretos. Entonces sentí un enorme respeto. Dejó de ser sexo, si alguna vez fue solo eso.

A media luz, a media voz, la fuerza nos invadió y nos dejamos caer uno sobre otro. Torrente de pasión que no se sacia. Aire que mana de una boca a otra y manos que avanzan imparables por dos cuerpos que no se agotan. Los gritos rompieron el silenció sólo rasgado por el ruido de las olas chocando en nuestra barca. Le hice mío y me dejé caer sobre su piel, indefensa.

Le herí los labios de tanto besarle y se hirió mi corazón de tanto amarle.
No hay despedidas más tristes que las que nosotros dos tenemos, porque nunca sabemos si volveremos a vernos, aunque no dejemos de buscarnos, porque hay cosas que se quedan siempre en la esfera de los “pretendos”. Siempre existe el temor, el nunca es una palabra que a los dos nos da miedo. Y aunque siempre tengo espacio en mi cuerpo, no siempre existe el tiempo.

--Yo te quiero a ti – continuó diciendo mientras mis ojos aún no estaban ni abiertos.
Y yo recordé aquel crucero, con Cary Grant y Deborah Kher.
--¿Le quieres?